Cada vez pasamos más tiempo delante de las pantallas, tanto los adultos como los jóvenes como los más pequeños hemos cambiado nuestros hábitos visuales de forma muy marcada. La pandemia del COVID 19, con todo el tiempo que nos ha hecho pasar en casa ha influido también de forma determinante.
Hemos de pensar que nuestros ojos evolucionaron para ver de lejos la mayor parte del tiempo y sólo puntualmente de cerca. Ahora les estamos pidiendo que hagan lo contrario: acostumbrarse a mirar de cerca muchas horas y menos tiempo a larga distancia. Los resultados no se están haciendo esperar: en jóvenes y niños, cuyo sistema visual es aún flexible, la miopía está haciendo su aparición y sube espectacularmente. Los ojos se adaptan a ver bien de cerca y muy mal de lejos, se vuelven miopes.
Ser miope no sólo implica usar gafas, condición que de por sí no constituye ningún problema, pero sí lo es el hecho de llegar a padecer patologías como el desprendimiento de retina, la maculopatía ó el glaucoma. Debemos tomar en serio este problema ya que se estima que en 2050 un 65% de la población será miope y una parte importante padecerá ceguera.
¿Cómo podemos prevenir la miopía?
- Realizando descansos cuando miramos de cerca: cada 20 minutos levantar la cabeza y mirar de lejos.
- Pasando más tiempo al aire libre: entre 5 y 14 horas semanales indican los estudios que disminuye significativamente la probabilidad de ser miope.
- Consumir alimentos ricos en vitamina A, ácidos grasos omega 3, verduras, frutas y beber suficiente agua.
- Limitar a los pequeños el tiempo de uso de los dispositivos digitales, en internet encontraremos pautas de tiempo según la edad.
Noelia Díaz Alonso