¡FELICIDADES A LOS NUEVOS PAPÁS!

Miércoles, 24 Febrero 2016 05:14

¡Enhorabuena a todas las familias que han tenido un bebé en 2016 ó vayan a tenerlo en 2017!

En el primer semestre de 2016 han nacido 195.555 bebés y del segundo semestre todavía no hay datos porque el INE aún no los ha publicado. Lo que sí viene siendo habitual en estos últimos años es la disminución de la tasa de natalidad. No voy a analizar los factores que influyen en ello, ya que son tantos que entraría en otro campo diferente al que quiero señalar hoy desde aquí, que es la importancia de los dos primeros años de vida, trascendentales para el desarrollo posterior del niño.

Nos preocupamos por seguir correctamente las indicaciones sobre alimentación, sueño, calendario de vacunas, etc… y, por supuesto, si presenta algún problema de salud. Pero hay aspectos del desarrollo que dejamos, tal vez, un poco descuidados, pensando que la biología sabrá cómo actuar.

Muchas veces los primeros meses son complicados y requieren un tiempo de adaptación por parte de los padres y del bebé: los cólicos del lactante que no se resuelven y que crean un círculo vicioso; las madres que dan lactancia natural, que se tienen que acostumbrar a su nueva situación, la cual conlleva un nivel de agotamiento y de estrés considerables, que puede trasladarse al resto de la familia. También las alteraciones de sueño/vigilia por las que pasa el bebé y con él sus cuidadores y que, en mi opinión, más allá de “dejar al bebé llorar hasta que se canse”, debemos concederle tiempo y facilitarle la adquisición de unos correctos hábitos y ritmos, tanto de alimentación como de sueño, tratando de detectar si existe alguna causa que esté provocando esa alteración, muchas veces son los cólicos ya mencionados, otras veces pueden deberse a la ocupación del oído por líquido amniótico, que no se ha drenado y que le resulta muy incómodo.

Pero todo esto poco a poco se va solucionando, y es entonces, entre los dos y los tres meses, cuando hemos de empezar a darle la oportunidad de estar en el suelo. No todo el día, sino a ratitos de un cuarto de hora, por ejemplo, varias veces al día. El suelo deberá estar protegido con una alfombra adecuada para que no se enfríe y, si la temperatura ambiente es la adecuada, no tenemos que preocuparnos, ¡no se va a resfriar! Con ello estaremos facilitando el desarrollo neuro-senso-psicomotor, que es fundamental para la organización neurofuncional, y ésta es imprescindible para el acceso a los aprendizajes en etapas posteriores.

 Es muy frecuente para los optometristas comportamentales  encontrarnos con niños que no han pasado adecuadamente por estas etapas y ello les ocasiona problemas de visión que se solapan en muchas ocasiones con problemas de aprendizaje.

En el suelo, hemos de colocarlo boca arriba, enseguida aprenderá a darse la vuelta y ponerse boca abajo, las primeras experiencias serán algo torpes, pero pronto las irá perfeccionando. Así irán surgiendo, poco a poco, el arrastrado, entre los 6 y los 11 meses dependiendo del niño, y más tarde el gateo, etapa realmente agotadora para los padres y cuidadores, ya que el gateador hace suya toda la casa y se hace necesario poner limitaciones, como por ejemplo la cocina, para evitar peligros.

El gateo debe ser simétrico y bien organizado, deben trabajar coordinadamente todas las extremidades. El gateador que domina el movimiento y es un experto tiene una cara de felicidad indescriptible ¡el mundo es suyo! Hay bebés que se encuentran tan cómodos que no tienen ninguna prisa por ponerse de pie ó iniciar la deambulación, prolongando el gateo hasta los 15 meses tranquilamente, cosa que entra perfectamente dentro de lo fisiológico. En general, en esta etapa, ya suelen empezar las comparaciones y las prisas, “¿ah, el tuyo no anda todavía?” Y si el bebé está bien, sano, gatea perfectamente, ha empezado a desarrollar el lenguaje, no hay ningún problema.

La postura de sentado ó sedestación no debe forzarse, él llegará de forma autónoma desde el arrastrado ó el gateo, si le forzamos puede que no tenga suficiente tono y dañemos su espalda.

Asi pues, con algún juguete que no entrañe peligro, no demasiados, les aconsejo que disfruten junto a su bebé de la fantástica y divertida etapa de suelo. Le estarán brindando la mejor oportunidad para su futuro y para su desarrollo.

 

 

 

Noelia Díaz Alonso

Optometrista Comportamental

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.